Hacía un tiempo ya que no los veíamos por acá. Los bares estaban por cerrar ya, pero llegaron justo antes de quedar excluidos de la selecta tripulación que iba abordo de aquel navío extraviado en las extensas aguas de la nocturnidad. El tiempo no pareció detenerse, nadie volteó a verlos, solo fuimos un par quienes notamos su presencia. Éramos ellos y nosotros. Nos miraron a los ojos pero rápidamente volteamos nuestros rostros, esquivando esa mirada penetrante que, semanas atrás, nos cautivaron. Así mismo, nos imitaron, se mezclaron en la muchedumbre y, antes de percatarnos, se disolvieron como azúcar en café.
Los vasos pasaron, los minutos golpearon mi voluntad con más fuerza que la resonante música, negándose mi cuerpo a danzar. Algún que otro muchacho se acercó e intentó cortejarme, las ofrendas etílicas desfilaron entre mi manos, pero mi boca se negó posarse en otra, al menos estando ellos en el mismo aposento. Cuando despedía, lo que esperaba fuese, el último sujeto intentando una victoria en la batalla del amor, se aproximaron esos dos a los que tanto les temía hoy.
Texto inconcluso #1
Revisando la función DOCS de Google, encontré un viejo texto sin terminar del 2008 (aproximadamente) intitulado: Soy Ella. A simple vista podría sonar muy extraño, pero es muy significativo para mi, ya que es el primer y único esbozo de cuentito en voz femenina que realicé. Recordando que nunca fue ni será terminado, se los dejo a leer...

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